En Suecia en la ciudad de Gotemburgo una nueva
iniciativa en el ámbito de las energías renovables la creación de una turbina
eólica de 150 metros de altura en la cual 105 metros de la torre es construida
de madera, es un gran logro de la ingeniería reduciendo la huella de carbono
del dispositivo en un 25%, la torre de la turbina está hecha de madera
microlaminada de abeto escandinavo, una manera de utilizar los materiales
tradicionales y como pueden ser usados en la industria eólica frente el uso de acero,
la madera no solo es ecológica sino que se convierte en un depósito de carbono,
una torre de acero de esa altura emite cerca de 1250 toneladas de CO2 la torre
de madera emite un 90 % menos. Otra ventaja es que los módulos de madera, más
cortos y livianos facilitan el transporte y montaje. Es importante reseñar que
una tonelada de acero fabricado ha emitido en todo su proceso de producción entre
1, 8 y 2,90 toneladas de CO2.
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